La clave está en la gestión y en el liderazgo, no en el teletrabajo
Un año y medio despues de la implementación del teletrabajo, muchos empresarios y trabajadores han encontrado efectivo este estilo de trabajo y planean mantenerlo para el 2022, al menos asi lo revelan las grandes encuestadoras como IPSOS. Pero, como dice en el titular, la clave del futuro no está entre ser partidario o detractor del teletrabajo. Tampoco está en fomentar o no una nueva normalidad similar o diferente a la que había antes de la pandemia. Nada de eso permitirá a una empresa crecer de forma sostenida y sostenible en un futuro repleto de retos e incertidumbres. Tal hito solo se podrá lograr si se cuenta con una plantilla de trabajadores que está comprometida con las estrategias y la cultura de la compañía.
Dicho compromiso es lo que debe figurar en primer lugar en cualquier plan de gestión de recursos humanos que se esté diseñando en estos momentos. Teniendo ese objetivo claro, la única realidad es que la importancia del modelo de trabajo se relativiza, ya que la clave está en la adecuada motivación de los trabajadores. En otras palabras, lo importante es transformar la gestión de las personas, lo que solo puede lograrse fomentando un nuevo estilo de liderazgo en el que no caben fórmulas del pasado como, por ejemplo, la presencialidad.
La sociedad actual clama a gritos por obtener una mayor flexibilidad en la jornada laboral. Clama también por relajar el estricto registro horario y por una valoración del desempeño que mire mucho más allá de las horas que una persona está sentada enfrente del ordenador. En estos aspectos no existen dudas y a pesar de ello muchos aún reniegan de afrontar una transformación necesaria de un estilo de gestión y de liderazgo con excusas tan sumamente básicas como que “siempre se ha hecho así”.
El momento de cambiar ha llegado. La pandemia ha enseñado fórmulas y herramientas que son útiles para la empresa, elevan la motivación del trabajador y suponen un ahorro para las cuentas de la empresa. Un ejemplo en este sentido son las reuniones online. ¿Por qué renunciar a ellas cuando son positivas tanto para la compañía como para el trabajador?
Hacerlo carece de lógica, pero aún hay líderes reacios a dejar a un lado los métodos del siglo XX para abrazar los del siglo XXI. En el mundo de los negocios quedarse en el pasado no suele acarrear nada bueno. Así ocurre también con la gestión de las personas. No se puede ir en contra del futuro. Pero sobre todo no se puede pretender contar con trabajadore motivados y comprometidos con la empresa cuando se está haciendo justo lo contrario a lo que ellos quieren.
Por tanto, la única solución para garantizarse un crecimiento futuro pasa irremediablemente por conservar e incrementar la motivación de unos trabajadores que, sin duda, llevan tiempo pasándolo mal por la pandemia.
A la vista está que, como se decía antes, la discusión no está en decidir entre teletrabajo sí o teletrabajo no, sino en escuchar lo que la plantilla quiere y ponerlo en práctica siempre y cuando sea también positivo para la empresa. Se trata de remar todos en la misma dirección, ya que solo una comunión entre dirección y plantilla puede generar noticias positivas en un futuro repleto de retos e incertidumbre y en el que la competencia es cada vez más feroz.
Fuente original: www.asesoresdepymes.com