Uncategorized

La cultura laboral que triunfa en la crisis de la COVID

Hablar de cultura laboral, organizativa o de trabajo es hacerlo de la forma en la que la empresa trata a sus empleados. Es decir: la gestión de recursos humanos. Sin duda, la llegada de la crisis provocada por el virus ha cambiado casi todo y, como no podía ser de otra manera, también obliga a transformar la gestión de las personas.

Pero, aunque todo parezca distinto, la única verdad es que una cultura laboral adecuada forma trabajadores motivados cuya productividad será mayor, lo que irá en beneficio de la empresa. Sin duda, se trata del mejor plan de negocio que una empresa puede poner en marcha ahora. De ahí la importancia que tiene cuidar al talento que conforma la plantilla.

Existen infinidad de teorías al respecto sobre cómo debe llevarse la gestión de las personas en un entorno laboral, pero un método seguro para no equivocarse es que los trabajadores estén siempre en el centro de las decisiones de la empresa. 

Pero cuidado, no se trata de vender de cara al exterior las bondades o los supuestos beneficios que la empresa ofrece a sus empleados y suprimirlos en cuanto aparece el más mínimo problema financiero. Eso es puro marketing y es lo que ocurrió durante los años previos a la crisis del 2008. Ya entonces, ese comportamiento generó críticas. Doce años después esta sociedad actual preocupada por la sostenibilidad y la responsabilidad social considera inaceptable que una empresa quiera vender al exterior una cultura empresarial que no es la real.

Por eso, en este post detallamos una serie de estrategias a seguir para conseguir que un trabajador se considere cuidado por la empresa y que adquieren más relevancia en un momento como el actual en el que las compañías tienen problemas en sus principales variables contables.

Comunicar, comunicar y comunicar

En un escenario de gran incertidumbre como el actual el trabajador quiere sentirse informado. Más aún si teletrabaja, al estar aún más alejado del centro de decisión. La mejor forma que una empresa tiene de limitar la incertidumbre es precisamente aumentado su comunicación con la plantilla. Pero, cuidado, dicha comunicación no debe provenir de jefes de departamento sino de los altos cargos de la empresa, y si es del propio presidente o dueño de una empresa, mejor aún. El trabajador necesita tener un líder. Por ello, los jefes intermedios no pueden realizar el necesario trabajo que una empresa tiene en esta situación de incrementar su labor comunicativa.

La importancia de los detalles

Siempre es importante tener un comportamiento acorde al momento. Pero más durante una pandemia que incrementa las dudas sobre el futuro de los empleados. Por dicho motivo, el empresario(a) debe tener siempre una actitud ejemplar y cuidar hasta el más mínimo detalle. En otras palabras: pedir a la plantilla reducción de sueldos o acometer despidos mientras el dueño hace compras personales desmesuradas no es un buen ejemplo de cultura empresarial, sino todo lo contrario. Con ello solo se logrará que los trabajadores estén desmotivados y, por tanto, reduzcan su aportación a la empresa.

Mostrarse humano

El momento actual hace que las personas salgan de su armadura y se muestren tal y como son. El empresario también debe abandonar su posición e interactuar con sus trabajadores. Eso le humanizará como persona y le generará las simpatías de todos. Además, hay que tener en cuenta que la utilización que se está teniendo de las herramientas comunicación digitales hace muy sencillo hablar con cualquier miembro de una empresa.

Ganarse la confianza de todos

Más que nunca, un trabajador necesita ahora confiar en sus jefes. De ahí que sea preciso ejercer una labor de comunicación fluida y que aporte información que explique las acciones que la empresa debe llevar a cabo para superar esta crisis y posicionarse en buen lugar para aprovechar la futura recuperación.

Empatizar con la plantilla

Una empresa que tiene una cultura laboral centrada en cuidar a sus empleados debe mantenerla a pesar de los condicionantes que ha creado la pandemia. En otras palabras, no acudir a la oficina no implica que el empresario deba dejar de preocuparse por lo que le ocurre a sus colaborares. De ahí la importancia que ahora tienen las reuniones virtuales, los chats o cualquier herramienta de comunicación digital. En todas ellas, el emprendedor debe seguir mostrando interés por la situación personal de sus trabajadores, e incluso aprovechar las ventajas que la tecnología aporta para ir un paso más allá e interesarse por las familias de sus colaboradores.

Convertir el teletrabajo en algo sencillo

No todo el mundo tiene la capacidad de trasladar la oficina a su domicilio. Una gestión de recursos humanos moderna y adecuada durante la crisis debe suplir esas carencias y entregar a los trabajadores todos los elementos que necesiten para ejercer su trabajo. De esa forma, la plantilla sentirá que trabaja en una empresa que le cuida.

Fuente original: www.asesoresdepymes.com